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sábado, 22 de mayo de 2010

Los Pájaros de buen augurio


De buen o de mal agüero, el pájaro siempre ha sido algo fascinante para los hombres.

He aquí un juego adivinatorio inédito, realizado a partir de los augurios atribuidos a los pájaros.

Pará ilustrar el tema de los augurios relativos a los pájaros, te proponemos un pequeño diálogo elocuente entre dos sabios, uno llamado Proverbio y el otro Augurio:

-Una golondrina no hace verano -dice Proverbio.

-No, no lo hace -responde Augurio-, ni verano, ni primavera. ¡Pero anuncia el buen tiempo!

-¿Cómo lo anuncia? -se sorprende Proverbio.

-Basta con observar el día. Y la hora de su llegada en el cielo de tu región, su vuelo, su grito, la dirección del viento en ese momento, la temperatura exterior y el color del cielo. Y si quieres obtener augurios, es decir, presagios, anota los acontecimientos anecdóticos o importantes que se produzcan ese día en tu vida o en la de los demás.

-Una golondrina no hace el futuro -insiste Proverbio, escéptico, pues no cree en la sabiduría popular, llena de buen sentido, pero a veces demasiado pragmática.

-No -se obstina Augurio-, lo anuncia, lo ilumina, lo muestra, viene delante de él y al mismo tiempo que él. La llegada de la golondrina a nuestro cielo y la de la primavera coinciden. A partir de dicha coincidencia, y muchas más, establecemos los signos, presagios, augurios, previsiones…

Tales son, efectivamente, algunos de los significados de “augurio”, término derivado del latín augurium o, literalmente, “observación adivinatoria de los pájaros”, que ha dado augur, “sacerdote que prevé los presagios favorables”.

Dicho de otra forma, en un principio, los mensajes, previsiones, adivinaciones indicados por los augures eran sistemáticamente buenos. Por otro lado, augustus, que es referente el origen, del mes de agosto, y está en relación con el nombre Augusto” y el adjetivo augusto”, en el sentido de “imponente, digno de respeto”, significaba: consagrado por el augurio, promesa de éxito realizada por los dioses.

A continuación, “augurio” tomó el sentido de previsión, buena o mala; aunque, anteriormente, el augurio sólo podía ser bueno. Si los sacerdotes romanos fueron célebres augures, particularmente atentos a los signos revelados por los pájaros, las artes adivinatorias constituidas a partir de compilaciones de presagios relativos a los pájaros eran comúnmente empleadas y bastante apreciadas por egipcios, caldeos, griegos, celtas, galos, indios, árabes y chinos. En Grecia, esta arte adivinatoria tomó el nombre de “ornitomancia”, es decir, adivinación a partir de los pájaros. Pero fue en Roma donde a cada uno de los dioses del panteón le fue atribuido un pájaro tutelar: el águila a Júpiter, la paloma a Venus, la lechuza a Minerva, etc.

Recordemos por último que, etimológicamente, “ave” deriva del latín avis, término que, sin duda alguna, es el origen de la palabra “huevo”.

EL PÁJARO, FIGURA DEL ALMA

Es verdad que, en el espíritu de los hombres, el pájaro ha representado desde muy pronto lo más precioso e inmortal en él: ¡su alma! Además, todo hombre que, para sus congéneres, tenía un carácter divino o sobrenatural, poseía a menudo el don de poder hablar con los pájaros, y éstos se acercaban a él como si fuese uno de los suyos. Por tal motivo, quien sabe hablar con los pájaros y comprender sus cantos representa simbólicamente al hombre que ha conseguido domesticar su alma, simbolizada a menudo en forma de serpiente o de un pájaro inasible. Merlín el encantador y san Francisco de Asís, por ejemplo, vivían con los pájaros, parecían conocer su lenguaje y conversar con ellos.

En referencia a la relación y asociaciones existentes entre el pájaro y la serpiente en el universo de los mitos y símbolos de la Antigüedad, debemos aludir a la leyenda griega de Calandra y su hermano Héleno, que se convirtieron en pitonisa (la una) y en augur (el otro), es decir, en vidente y en adivino, después de que unas serpientes les lamieran los A Júpiter, el dios supremo de los romanos, se le atribuía el águila como animal predilecto.

Eran de buen augurio. Sin embargo, durante la Edad Media, época en que los signos revelados por los pájaros siguieron siendo muy populares a pesar de las prohibiciones de la Iglesia, algunos de esos signos tomaron un ojos y las orejas mientras dormían. Otra leyenda griega, de contenido similar, nos cuenta cómo el adivino Melampo, después de hacerse lamer las orejas por unas serpientes que él mismo había criado, pudo oír y comprender ellenguaje universal, es decir, el lenguaje de los símbolos, casi siempre asociado al canto de los pájaros.

A partir de ahí, parece que nuestros antepasados, a los que les gustaban los presagios y sabían diferenciar los lazos misteriosos entre diferentes formas o manifestaciones de la naturaleza, establecieron la relación o la filiación entre la serpiente y el pájaro, sino científicamente, al menos intuitiva y metafóricamente.

Hoy en día, los paleontólogos tienden a creer que los pájaros podrían ser descendientes de ciertas especies de dinosaurios carnívoros. Recientemente, en una región situada al norte de Pekín, fue descubierto un fósil de dinosaurio carnívoro con plumas, que bautizaron como Sinosauropteryx. Los paleontólogos más expertos no lo consideran el antepasado directo de los pájaros, pero ven en él la muestra de un probable parentesco entre el gran reptil y el pájaro.

PLUMAJES, GORJEOS Y CANTOS DE LOS PÁJAROS

La mayoría de augurios se establecieron según los colores de las plumas de los pájaros, sus cantos, su vuelo y su aparición en tal o cual momento del día o período del año. Como hemos visto, en la Antigüedad, los presagios asociados a los pájaros casi siempre Minerva, diosa protectora de Roma de carácter inquietante; luego aparecieron los presagios de mal agüero.

Así pues, ver una golondrina volar en el interior de una casa se consideraba un presagio feliz, mientras que el hecho de oír un mirlo cantar a medianoche, o encontrar una corneja o un cuervo en la repisa de una ventana o llamando a la misma al atardecer, era muy mal presagio, casi siempre anunciador de una muerte próxima. Además, poco a poco, algunos presagios se atribuyeron a los pájaros según sus características específicas. Por ejemplo, el canto de la urraca y su fascinación por todo lo que brilla fueron interpretados como signos de habladuría, murmuraciones y robo. La tórtola, por razones que todos conocemos, se relacionó con la vida amorosa, la unión y el emparejamiento.

A partir de todas estas interpretaciones, numerosos presagios fueron atribuidos a los pájaros. Actualmente quedan algunos proverbios que forman parte de la sabiduría popular.

Omnipresentes en las parábolas, metáforas, presagios, augurios y proverbios, los pájaros siempre han inspirado a adivinos, profetas, sabios y poetas, ya que sus cantos, vuelos, plumajes, costumbres y lenguaje contienen muchos signos reveladores de la vida humana y de nuestro destino.

La lechuza estaba consagrada al tarot que tiene sus arcanos; el Ave del Paraíso, sus augurios. Un augurio es cada una de las 52 cartas de este juego adivinatorio, en el cual figura un pájaro, y que esconde significados particulares.







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