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martes, 29 de noviembre de 2016

martes, 14 de julio de 2009


Mano en paz


La hoguera del pueblo tieneaún esparcidas sus aguas.
Ay, como el fuego se junte,
¿quién apagará sus llamas?
¿quién sujetará los bosques
del pueblo ardiendo en sus armas?

Tomad la mano que el pueblo
os ofrece en paz, tomadla.
No esperéis que se maduren
en el dolor las espadas.

Los diques también se rompen
bajo el martillo del agua;
el viento descuaja el árbol
por hondas que estén sus plantas;
y hay volcanes que deshacen
el pecho de las montañas.

Escuchad la voz de un pueblo
que busca la luz del alba,
con la paz en sus banderas
y el amor en sus gargantas.
No dejéis que se maduren
en el dolor las espadas.

Tomad la mano que el pueblo
os ofrece en paz. TOMADLA.
 

martes, 22 de noviembre de 2016

¿En que tipo de documentos electrónico deberíamos encuadrar el WhatsApp?

Un mensaje de la aplicación WhatsApp se podría considerar, según lo establecido en el Reglamento (UE) n ° 910/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de julio de 2014 , relativo a la identificación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior y por la que se deroga la Directiva 1999/93/CE, como: «contenido almacenado en formato electrónico, en particular, texto o registro sonoro, visual o audiovisual» (vinculado en este caso a un número de teléfono y un IMEI)
Valor y la eficacia jurídica de un WhatsApp
Los documentos electrónicos tendrán el valor y la eficacia jurídica que corresponda a su respectiva naturaleza, de conformidad con la legislación que les resulte aplicable. No debemos olvidar, que la utilización de las aplicaciones de mensajería instantánea como método de difusión masiva, han llegado incluso a las normas colectivas, como podemos ver, a modo de ejemplo en:
  • art. 24 del Convenio Colectivo de Sector de industrias de aderezo, relleno, envasado y exportación de aceitunas (cod. 41000045011982) de Sevilla (BOP Sevilla 12/06/14), donde se establece «Las llamadas al trabajo se podrán realizar por cualquier medio admitido en derecho y en cualquier caso siempre mediante su publicación en el tablón de anuncios A modo meramente enunciativo serán válidos los llamamientos realizados por teléfono, SMS, o WhatsApp o email»
  • apdo. n), art. 30. n) Convenio Colectivo de Sector de oficinas y despachos (cod. 49005705012001) de Zamora (BOP Zamora 02/05/14), donde se considera falta grave «La utilización de las redes sociales facebook, whatsapp, twiter.. durante la jornada laboral, bien desde el móvil personal, móvil de la empresa o desde cualquier ordenador» .
No obstante, a nivel probatorio, nos encontramos dos planos distintos:
- el empleo del servicio de mensajería instantáneo como prueba; y
- el valor probatorio que se otorga a dicho documento.
Actualmente, el WhatsApp, no sólo es un medio de prueba válido, pese a no contemplarse en la LJS, sino que ya ha tenido plasmación normativa (como se ha visto en los convenios colectivos citados); no obstante lo cual, para considerar una conversación mediante esta aplicación como documento -a los fines del proceso laboral-, sería preciso que se hubiese aportado no sólo la copia en papel de la impresión de pantalla o, como se denomina usualmente, «pantallazo», sino una transcripción de la conversación y la comprobación de que de que ésta se corresponde con el teléfono y con el número correspondientes. Esto podría conseguirse aportando por una de las parte del propio móvil y solicitando que, dando fe pública, el Letrado de la Administración de Justicia levante acta de su contenido, con transcripción de los mensajes recibidos en el terminal y de que éste se corresponde con el teléfono y con el número correspondientes; o, incluso, mediante la aportación de un acta notarial sobre los mismos extremos.
Por su parte la STSJ Galicia 28/01/2016  (R.  4577/2015),  ha establecido cuatro supuestos para aceptar como documento una conversación o mensaje de este tipo (algo diferente a su valor probatorio):
  • a) cuando la parte interlocutora de la conversación no impugna la conversación;
  • b) cuando reconoce expresamente dicha conversación y su contenido;
  • c) cuando se compruebe su realidad mediante el cotejo con el otro terminal implicado (exhibición); o, finalmente,
  • d) cuando se practique una prueba pericial que acredite la autenticidad y envío de la conversación, para un supuesto diferente de los anteriores.

¿y las posibles alteraciones fraudulentas del contenido de la conversación? ¿Cómo impugnar esta prueba?

Todo lo anterior ha de entenderse, sin perjuicio de los riesgos que pueden existir de manipulación -a través de múltiples programas informáticos- de la conversación, imagen o números que se reflejan, lo que permite que el Magistrado que valore dicha prueba pueda rechazar su eficacia probatoria; o que la parte aporte una prueba pericial informática reveladora que la inexistencia de alteración.
Si se impugnare la autenticidad de esta prueba ha de recurrirse al apdo. 3, art. 8, de la citada Ley 59/2003, de 19 de diciembre, de firma electrónica («la firma electrónica reconocida con la que se hayan firmado los datos incorporados al documento electrónico se procederá a comprobar que se trata de una firma electrónica avanzada basada en un certificado reconocido, que cumple todos los requisitos y condiciones establecidos en esta Ley para este tipo de certificados, así como que la firma se ha generado mediante un dispositivo seguro de creación de firma electrónica»). Por lo que, siguiendo el precepto citado, la carga de realizar las citadas comprobaciones corresponderá a quien haya presentado el documento electrónico firmado con firma electrónica reconocida. Si dichas comprobaciones obtienen un resultado positivo, se presumirá la autenticidad de la firma electrónica reconocida con la que se haya firmado dicho documento electrónico siendo las costas, gastos y derechos que origine la comprobación exclusivamente a cargo de quien hubiese formulado la impugnación. Si, a juicio del tribunal, la impugnación hubiese sido temeraria, podrá imponerle, además, una multa de 120 a 600 euros.

Pronunciamientos judiciales

 
Junto con la citada STSJ Galicia 28/01/2016  (R.  4577/2015), analizada por ser, sin lugar a dudas, la más explicativa, podemos encontrar:
Sentencia SIB-1959205. En el supuesto de autos la actora solicita en primer lugar que se suprima en el Hecho Probado Quinto la frase que hace referencia a que «por la tarde la encargada de zona se comunicó con la actora a través de la aplicación WhatsApp, reiterando ésta que no iba a volver al trabajo», y aduce la recurrente al efecto que dicho extremo no se encuentra amparado en prueba documental válida. Sin embargo, el TSJ  matiza: «no es posible ignorar que la alegación de inexistencia de prueba válida no basta para sustentar la revisión del relato fáctico al amparo del artículo 193 b) de la LRJS, a lo que se ha de añadir que el intercambio de WhatsApp entre la directora de zona y la demandante, en que ésta mantiene su posición de dejar el trabajo, ha quedado acreditado a través de la testifical, según se señala expresamente en el Fundamento de Derecho Segundo de la sentencia, sin que dicha prueba resulte apta para la modificación del relato de hechos probados, por impedirlo la técnica suplicatoria».
STSJ Cataluña 26/01/2016 (R. 6242/2015). Donde se establece que «el trabajador presta servicios un día a la semana, 8 horas, que realiza en sábados o domingos, siendo avisado por la empresa, mediante mensajes de Whasapp, el día concreto que ha de acudir a trabaja», sin cuestionarse en ningún momento de las actuaciones la veracidad, autenticidad, o integridad del documento electrónico obrante en autos.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Autorización del contrato de formación y aprendizaje

Estos son los plazos para dar de alta el contrato de formación-aprendizaje, es la espera que tienen para contratar, la Ley da 30 días, los trabajadores esperan y el sistema de la seguridad social igualmente para empezar a trabajar.
 
Tabla con el tiempo medio orientativo en el que están autorizando cada contrato de formación según la provincia.
 
PROVINCIA
DÍAS EN AUTORIZAR
EL CONTRATO DE FORMACIÓN
PROVINCIA
DÍAS EN AUTORIZAR
EL CONTRATO DE FORMACIÓN
A Coruña
23
Madrid
9
Albacete
30
Málaga
30
Alicante
7
Murcia
13
Almería
25
Navarra
11
Badajoz
8
Ourense
23
Baleares
30
Palencia
11
Barcelona
22
Pontevedra
22
Cáceres
19
Salamanca
3
Cádiz
26
Segovia
30
Cantabria
30
Sevilla
30
Castellón
15
Soria
14
Ceuta
30
Tarragona
25
Ciudad Real
30
Teruel
17
Córdoba
8
Toledo
20
Granada
18
Valencia
13
Guipúzcoa
4
Valladolid
18
Huesca
2
Vizcaya
5
Las Palmas
30
Zamora
30
León
1
Zaragoza
15
Lugo
18
 
 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Kirchnerismo - La mente en Proceso


Fragmento de La mente en proceso - Profesor James Harvey Robinson:


"A veces notamos que vamos cambiando de idea sin resistencia alguna, sin emociones fuertes, pero si se nos dice que nos equivocamos nos enoja la imputación, y endurecemos el corazón. Somos increíblemente incautos en la formación de nuestras creencias, pero nos vemos llenos de una ilícita pasión por ellas cuando alguien se propone privarnos de su compañía. Es evidente que lo que nos resulta caro no son las ideas mismas, sino nuestra estima personal, que se ve amenazada... Esa palabrita "mi" es la más importante en los asuntos humanos, y el comienzo de la sabiduría consiste en advertir todo su valor. Tiene la misma fuerza siempre, sea que se aplique a "mi" comida, "mi" perro, y "mi" casa, o a "mi" padre, "mi" patria, y "mi" Dios. No solamente nos irrita la imputación de que nuestro reloj funciona mal o nuestro coche ya es viejo, sino también la de que puede someterse a revisión nuestro concepto de los canales de Marte, de la pronunciación de "Epicteto", del valor medicinal del salicilato, o de la fecha en que vivió Sargón I... Nos gusta seguir creyendo en lo que hemos llegado a aceptar como exacto, y el resentimiento que se despierta cuando alguien expresa duda acerca de cualquiera de nuestras presunciones nos lleva a buscar toda suerte de excusas para aferrarnos a ellas. El resultado es que la mayor parte de lo que llamamos razonamiento consiste en encontrar argumentos para seguir creyendo lo que ya creemos." 

miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Tienen que cotizar los robots a la Seguridad Social?

Los expertos vaticinan que los cambios en el mercado laboral por la cuarta revolución industrial también afectarán al instituto público.


La Seguridad Social se encamina en 2016 hacia otro déficit récord. Encadenará cuatro, lo que unido al consecuente agotamiento del Fondo de Reserva ha puesto en la agenda política la necesidad de hablar sobre los ingresos del sistema público de pensiones. La mejora del empleo vista hasta ahora no basta. Es el turno de las ideas. Y ahí el todavía reciente secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha llamado la atención proponiendo “que los robots coticen a la Seguridad Social”. La idea no es nueva y no aparece en una novela de Isaac Asimov. Con otras palabras, se puede leer en un proyecto de informe del Parlamento Europeo con recomendaciones para la Comisión sobre robótica y Derecho Civil: “[…] debería examinarse la necesidad de exigir a las empresas que informen acerca de en qué medida y proporción la robótica y la inteligencia artificial contribuyen a sus resultados económicos, a efectos de fiscalidad y del cálculo de las cotizaciones a la seguridad social […]”.
El punto de partida de la idea se encuentra en la revolución digital, el desarrollo de la robótica o de la inteligencia artificial y sus consecuencias sobre el empleo. Si se atiende al pronóstico del Foro Económico Mundial lanzado a comienzos de año, conocido como Davos, entre 2015 y 2020, desaparecerán 5,1 millones de puestos de trabajo. Una proyección más antigua (2013) calculada por Michael Osborne y Carl Frey, de la Universidad de Oxford, sobre el mercado laboral de Estados Unidos, situaba en el 47% los empleos que están bajo amenaza por la cuarta revolución industrial. Partiendo de ese cálculo, Jeremy Bowles, del Instituto Brueguel, hizo en 2014 los números para Europa y en España llegó al 55%.
“Creo que muchos de esos cálculos son exagerados”, apunta Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorro) y del departamento de investigación de la Organización Internacional del Trabajo. También hay cifras que respaldan esta frase. La OCDE ha divultado este mismo año un estudio que reduce mucho el pesimismo. En España sitúa en el 12% el empleo en riesgo. No obstante, aunque las diferencias son grandes en función de quien haya hecho los números, la dirección es la misma. Y eso se traduce en menos ingresos por cotizaciones en la Seguridad Social.
Torres continúa con las consecuencias del fenómeno: “En todos los sitios se preguntan lo mismo. Quién va a pagar las pensiones. Es una cuestión real”. No obstante, él no pone tanto énfasis en la desaparición de empleo como en su transformación. “Habrá más trabajo autónomo e independiente”. Y eso en países como España, con un sistema de pensiones cuya base está en el empleo asalariado (la recaudación por cotizaciones de este colectivo supera el 82% en lo que va de año), tiene grandes posibilidades de traducirse en menos ingresos.
Salvador del Rey, presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, Florentino Felgueroso, investigador de la Fedea, y Máximo Blanco, de CC OO, coinciden en el vaticinio con Torres. “Es evidente que a corto plazo puede tener efectos negativos”, señala Del Rey, que afirma que “hay que tener una implantación responsable de la tecnología”. A continuación, señala al incremento de freelances que la revolución digital puede provocar, para señalar: “Hasta ahora el régimen de autónomos era residual. Esa tendencia ya no se produce. Hay que incentivar el incremento de la cotización del trabajo autónomo con un mecanismo diferente”.
Desde Fedea, Felgueroso reclama que este tema entre en el debate público. Sus reflexiones no caminan tanto hacia la cotización sino al impacto en el mercado laboral. En ellas aparecen fenómenos todavía más propios del mercado estadounidense como la “uberización del trabajo”, concepto que habla de la mayor facilidad de contratar por horas o, casi mejor, facturar gracias a aplicaciones digitales. Él rechaza la idea literal de que los robots coticen, “cotizar genera derechos”. “Otra cosa es que digas que hay que compensar”, abunda.
En la misma línea se expresa Torres, de Funcas. “El impuesto al robot está en el impuesto de sociedades”, señala. Sin embargo, sí que reclama que se diversifique la financiación de la protección social: “un pilar más”. Y lo resume así: “Impuestos para los elementos de la protección social que son redistributivos”.
Pero este debate todavía es incipiente. Las consecuencias en el mercado laboral del desarrollo de la robótica no están claras. “Es más lo que se cree que va a pasar”, señala José Ignacio Conde-Ruiz, profesor de Fundamentos de Análisis Económicos en la Universidad Complutense con una larga trayectoria de investigación sobre pensiones. “Está por ver si habrá más empleo o menos”, apunta, una observación que parte de cómo los incrementos de productividad de los anteriores avances industriales han generado más trabajos, pese a que también se lanzaban admoniciones.
Blanco, de CC OO, que ha elaborado recientemente un estudio sobre las consecuencias en la industria, señala que "hay mucha incertidumbre". "No es un problema solo en la Seguridad Social. Afecta a todos los ámbitos laborales", incide.
La discusión está tan en pañales que hay quien, consciente de las potenciales consecuencias, se plantea quien debe ser el propietario del robot. No hablan de pensiones, sino de crecimiento y desigualdad, pero tres investigadores del FMI (Andrew Berg, Edward F. Buffie y Luis-Felipe Zanna) acaban un artículo publicado en la revista del organismo Finanzas y desarrollo con esta frase: “Nuestro análisis lleva ineludiblemente a preguntarse quién será el dueño de los robots”.
Fuente: El pais.
"Adopta el ritmo de la naturaleza; su secreto es la paciencia"

Ralph Waldo Emerson (1803-1882)

viernes, 14 de octubre de 2016

Las esencias socialistas de Corcuera

Las esencias socialistas de Corcuera
 
Por: José Manuel Sánchez Fornet.

José Luis Corcuera nació en Burgos en 1945; en su juventud trabajó como electricista en la industria en Bilbao, fue destacado sindicalista en la UGT donde ocupó la secretaría de Acción Reivindicativa, hasta que dimitió de la misma en 1985 cuando ya era también diputado del PSOE por Vizcaya. Con su dimisión tomaba partido a favor del PSOE y Felipe González en las discrepancias que mantuvo con Nicolás Redondo y UGT, que desembocaron en la huelga general de 1988. Hay hasta quien dice que el nombramiento de Corcuera como ministro de Interior del Gobierno de Felipe González, el 7 de julio de 1988, fue un impulso importante para que se convocara la huelga general el 14D del mismo año, la de mayor seguimiento conseguido en la reciente historia de España.

CORCUERA, LEY 1/92, FONDOS RESERVADOS Y TALANTE DEMOCRÁTICO

Siendo ministro de Interior hizo un uso sorprendente del dinero de fondos reservados que utilizó para regalar joyas a mujeres de mandos policiales. Lo reconoció y defendió como si le fuera la vida en ello, su derecho a usar esos fondos cuantiosos destinados a combatir delitos para agasajar a mujeres de mandos y garantizarse su complicidad más allá de lo legalmente exigible. Y no pasó nada.


No parece que tuviese ningún control ni responsabilidad sobre lo que hicieran los directores generales de la Policía y la Guardia Civil. Carlos Conde Duque, nombrado por él en 1991, se vio inmerso en una polémica por sus millonarias posesiones y activos al dejar la Dirección General de la Policía (pasó a ser delegado del Gobierno en Castilla y León), negándose a decir si había recibido dinero de los fondos reservados. También se vio inmerso en una polémica por enriquecimiento ilegal Rodríguez Colorado, antecesor de Conde Duque en la dirección general de la Policía, y no hace falta hablar de Luis Roldan, director general de la Guardia Civil. El ministro estaba trabajando en una ley para controlar a millones de ciudadanos honrados en las calles del país sin respetar sus derechos civiles, y como además controlaba y repartía fondos reservados para las mujeres de los mandos no se enteró de nada de lo que pasaba en las direcciones generales de Policía y Guardia Civil.


Corcuera hizo una ley, la 1/92 de Seguridad Ciudadana, que le pedían los mandos más retrógrados de las fuerzas de seguridad, los que colocan la seguridad por encima de la libertad y los derechos civiles, y consiguió que se la aprobaran salvo en lo de la “patada en la puerta” (violar cualquier domicilio sin mandamiento judicial), abriendo la posibilidad a millones de identificaciones arbitrarias e ilegales que se siguen llevando a cabo hoy. El Tribunal Supremo, en sus argumentos para validar la ley y la potestad de la Policía para identificar a un ciudadano en la vía pública, reflejó que era legítimo hacerlo siempre que “la persona identificada resultara sospechosa de haber cometido un delito o de que puede cometerlo”. En contra de esa interpretación, desde entonces y hasta hoy se organizan “filtros” (controles) en cualquier calle, se cachea a cientos de ciudadanos para conseguir encontrar unas dosis de droga para consumo propio a dos o tres personas y justificar así el trabajo policial. Esta es la gran aportación de José Luis Corcuera al socialismo que con tanto ahínco defiende ahora. Mientras esto pasa, cada mes hay miles de llamadas de emergencia al 091 o 062 de la Policía y la Guardia Civil que quedan sin atender. Se llevan a cabo millones de identificaciones indiscriminadas, sin razón y por lo tanto ilegales, gracias a la ley de Seguridad Ciudadana de Corcuera, ratificada en fechas recientes por la ley “Mordaza” del PP, que mantiene la filosofía policial que implantó el ministro socialista de plenos poderes policiales con desprecio a los derechos civiles de la ciudadanía. Así actúan todos los cuerpos de seguridad desde 1992.


Lo expresó un día en el Consejo de Policía señalando que el perfil idóneo para seleccionar a los policías era que fueran fuertes y obedientes, siendo secundaria cualquier otra condición.

También fue determinante su “filosofía” respecto a la formación policial. Nada de policías bien formados y que tuvieran conciencia de su servicio, cumpliendo las leyes y protegiendo los derechos de la ciudadanía. Lo expresó un día en el Consejo de Policía señalando que el perfil idóneo para seleccionar a los policías era que fueran fuertes y obedientes, siendo secundaria cualquier otra condición. Una concepción claramente militar que nada tiene que ver con la función policial. Un soldado debe obedecer las órdenes y el mando que las imparte es responsable porque la obediencia es un valor por encima de cualquier otro en la milicia, pero no en la Policía, porque no existe la obediencia debida y cada policía responde personalmente de sus actos ante la autoridad judicial.

Ser buen soldado es obediencia al mando, ser buen policía es saber distinguir órdenes legales de las que no lo son, no permitir que se vulneren derechos constitucionales, humanos y civiles de la ciudadanía, que es una exigencia legal como principio básico de actuación de cualquier policía y que no puede ser sustituida por ninguna orden. En el momento en que hay una orden ilegal la obligación del policial en cumplimiento de la ley es oponerse a ella.
Lo que quería Corcuera no era una policía democrática, era una policía de valores militares y poca formación, y lo consiguió. Vistos los actos del día de la Policía del 2 de octubre pasado, el uso de armas largas y disparos de salva, la presencia de la religión en los actos, y la actividad operativa que se desarrolla ante la ciudadanía, se puede decir que lo avanzado en los primeros años de gobierno socialista en cuanto a desmilitarización y respeto a los derechos civiles de la ciudadanía se estancó y empezó a retroceder en el mandato de Corcuera. Y desde entonces ese viaje de retroceso no se ha detenido.


LA DEMOCRACIA INTERNA EN LA GUARDIA CIVIL

Con todo esto, en mi opinión lo peor de su mandato fue la persecución a la que sometió a los miembros demócratas de la Guardia Civil, los del SUGC (Sindicato Unificado de la Guardia Civil), para lo que se organizó todo un plan (“Operación Columna”), se compró a periodistas, se infiltró a guardias de la lucha contra el terrorismo en el SUGC y se llevaron a cabo actuaciones tan desproporcionadas como interceptar las seis cabinas telefónicas públicas del pueblo donde estaba destinado José Morata, sargento expulsado por su defensa de la democratización del cuerpo y promotor de la asociación COPROPER-6J, antecedente de la actual AUGC. Morata sigue expulsado, con otros compañeros, a pesar de una Proposición No de Ley aprobada en el Congreso por unanimidad en el año 2010 facultaba al Gobierno para promover el reingreso de todos a la Guardia Civil. Ni el PP ni el PSOE han hecho nada ¿Por qué votan a favor entonces?
Muchos de los detenidos en la “Operación Columna” fueron encarcelados en prisiones militares, otros en psiquiátricos y algunos en ambos, y a varios de ellos les quedaba una secuela en forma de tic en el cuello que les hacía mover involuntariamente la cabeza con espasmos continuos. Eran guardias de distintos lugares de España que coincidieron en las prisiones y psiquiátricos militares. Y todo ello cuando ya hacía muchos años que en cuerpos policiales militarizados y en ejércitos del centro y norte de Europa existían sindicatos, que siguen existiendo hoy y no han sido un elemento extraño para los regímenes democráticos donde trabajan sino al revés.

Y ahora, ya jubilado, se arroga ser poseedor de las esencias socialistas. Así le va al PSOE si el faro que los guía o la luz que alumbra a sus dirigentes la porta José Luís Corcuera, uno de los instigadores de la “patada en la puerta” del pasado Comité Federal con la que se les fue la mano y en vez de la puerta tiraron el edificio y el partido con sus 137 años de historia.

La persecución más implacable contra los guardias civiles demócratas se llevó a cabo entre el 88 y el 91, siendo Corcuera ministro, aunque tanto él como Rafael Vera siempre dijeron que era cosa del ministro de Defensa, Narcís Serra, cuyos méritos quizás le valieron ser nombrado vicepresidente primero del Gobierno de González y después director de Caixa Catalunya, denunciado años después por prácticas corruptas en la gestión de la entidad por la fiscalía anticorrupción.

No hay democracia que merezca tal nombre donde se hayan producido abusos contra servidores públicos, presuntamente amparados en la ley, de esta magnitud. Solo un régimen político indigno de llamarse democracia puede tolerar esas prácticas propias del régimen más feroz contra los derechos humanos. Dudo mucho que en un país en guerra quienes fueran traidores recibieran esa tortura. Y las víctimas eran, y son, funcionarios públicos, servidores del Estado, agentes que quieren una Guardia Civil más democrática, equiparable con cuerpos similares de otros países y cuyos miembros sean profesionales y no soldados obligados a disparar pelotas de goma a náufragos por su condición militar. La ley del mar y todas las leyes de la humanidad dicen que al peor asesino que esté en riesgo de ahogamiento lo rescatas y después lo sometes al imperio de la ley. No hace falta ni ley para entender esto. Que a hambrientos inmigrantes que no sabían nadar, helados en el mar y de noche, un mando militar de la Guardia Civil ordene disparar y siga en activo demuestra el nivel de ignominia en que se trabaja en ese cuerpo, y personajes como Corcuera han sido determinantes en que esta situación se mantenga, combatiendo por tierra mar y aire, legal e ilegalmente, a los que pretendían una situación distinta, mejor, democrática, razonable, homologable con cuerpos de policía más o menos militarizados de países democráticos.

RETRATO DE MINISTRO DE UN PSOE QUE NO VOLVERÁ

Conocí a Corcuera siendo secretario general de Madrid del sindicato policial mayoritario, y coincidiendo con su mandato fui elegido secretario de organización nacional (1989) y secretario general (1992). Su asesor para asuntos sindicales, Jesús Armendariz, tras acumularme cinco expedientes disciplinarios por la comisión de faltas graves consecuencia de críticas públicas contra el ministro, me amenazaba con expulsarme de la Policía. La crítica no era bien recibida en Castellana 5 pero no consiguió callarla.

En el año 2006, con motivo de los continuos insultos del locutor Jiménez Losantos contra la Policía y los policías de ideas socialistas a los que hacía cómplices del 11M, difundí una carta crítica hacia el locutor que le llegó a Corcuera, alguien le facilitó mi teléfono y me llamó para felicitarme por la claridad de lo manifestado, ignorando que esa misma claridad me había costado cinco expedientes disciplinarios cuando él era ministro de Interior por criticar sus políticas y los errores que se cometían en la Policía. Coherencia.


Corcuera representa a un PSOE irreconocible para muchos de sus militantes, un partido que posiblemente haya sido enterrado la pasada semana gracias a socialistas como él por más que todavía no se haya oficializado el entierro.

Con motivo de la feria de Sevilla, en el año 2011 fue denunciado por un policía local por pretender acceder a la zona reservada de coches oficiales con el vehículo oficial que seguía utilizando 18 años después de haber dejado su cargo de ministro. Finalmente accedió a la zona reservada pero por la denuncia fue condenado a 300€ de multa. Otro ejemplo de coherencia de Corcuera y su ley aplicable a otros pero no a él.

Corcuera fue un ministro que no escatimó dinero para comilonas con políticos y mandos policiales; tampoco fue tacaño en el uso de fondos reservados, con los que regó bien a la cúpula policial de sobresueldos y a sus señoras de joyas, adquiridas con dinero para combatir el terrorismo, el narcotráfico, comprar confidentes, etc., y sobre todo se empeñó en sacar adelante una ley que vulneraba los derechos civiles de la ciudadanía (cada dos meses había que llevar los libros de presentados en comisaría al fiscal; en 23 años de vigencia ni un solo libro de ninguna dependencia policial fue trasladado a la fiscalía ni ningún fiscal los reclamó); y ahora, ya jubilado, se arroga ser poseedor de las esencias socialistas. Así le va al PSOE si el faro que los guía o la luz que alumbra a sus dirigentes la porta José Luís Corcuera, uno de los instigadores de la “patada en la puerta” del pasado Comité Federal con la que se les fue la mano y en vez de la puerta tiraron el edificio y el partido con sus 137 años de historia.


Corcuera se manifiesta como poseedor de las esencias socialistas desde la oligarquía del coche oficial y su buena pensión, sin haber rendido cuentas ni por el uso de fondos reservados ni por el desprecio a los derechos de la ciudadanía que provocó su ley, y se dice preocupado por el interés de España, su España, la de esta peste de dirigentes que han vivido muy bien en este país de corrupción y pandereta, y que al ver que peligraba su cómoda forma de influir en el partido no han dudado en romperlo, destruirlo, derrotarlo, porque para ellos siempre fue una excusa para mantener su buen yantar y mejor vivir. Corcuera representa a un PSOE irreconocible para muchos de sus militantes, un partido que posiblemente haya sido enterrado la pasada semana gracias a socialistas como él por más que todavía no se haya oficializado el entierro.


 

viernes, 7 de octubre de 2016

Darwin, ‘No es la más fuerte de las especies la que sobrevive y tampoco la más inteligente. Sobrevive aquella que más se adapta al cambio'”.

lunes, 29 de agosto de 2016

Consumismo: Soluciones

 
Consumismo: Soluciones, por:
Eduardo García Gaspar
14 agosto 2012
Bien vale la pena examinarlo. Era una queja en contra del consumismo.
Entiendo que se trataba de lamentar el materialismo manifestado en compras sin mucho sentido.
Está bien, es correcto criticar ese tipo de materialismo.
En fin, nada original, excepto por la forma que tomó esa crítica. Decía que el consumismo era causado por el libre mercado.
Pensando así, por consiguiente, si usted ya no deja libres los mercados, el consumismo desaparecerá y asunto arreglado. Desafortunadamente, no es recomendable hacer eso. Por algunas razones.
Primero, si usted desaparece al libre mercado no desaparecerá el materialismo. Seguirá tan campante. La causa de esto es que el materialismo está en la persona, no en el sistema económico.
Es como la codicia humana que se sufrirá por igual con el capitalismo que con el socialismo. Creer que cambiando un sistema económico se corrigen vicios humanos es ingenuo.
Segundo, quite usted la libertad de mercado y caerá en un sistema de poder gubernamental excedido, que estancará al crecimiento. No es una cuestión teórica, es lo que pasa en la realidad. Le digo, si se cree que cambiando estructuras sociales se mejorará la moral humana, se estará en un serio error.
Se decía en eso que leí que en otros tiempos pasados era la demanda de un producto la que determinaba su oferta.
Esta es una ley económica que establece una relación entre oferta y demanda: el crecimiento de la demanda tenderá a hacer subir los precios y esto es lo que hace atractivas las inversiones para aumentar la oferta de ese bien. No es un mal razonamiento.
Pero se agregaba que en la actualidad las cosas han cambiado, que ya no es la demanda la que determina la oferta. Las cosas son distintas porque las empresas tienen muchas necesidades y exigencias y que ellas usan a la publicidad para influir en las personas y hacer que ellas compren lo que no necesitan inventando necesidades.
Es curiosa esta manera de pensar. Supone que esa ley económica funcionaba antes pero no ahora y que eso se debe a que las empresas tienen muchas exigencias y necesidades.
¿Debemos pensar que antes las empresas no eran tan exigidas? No suena lógico. Las empresas necesitan utilidades, siempre las han necesitado. De una manera u otra las empresas han usado diferentes formas de publicidad.
Decir eso es fácil, sin pruebas ni razonamientos. No veo como una ley económica puede dejar de operar por causa de la publicidad o de las exigencias empresariales (lo que sea que eso signifique).
En fin, una opinión si mucho fundamento, pero que se explica por lo que leí a continuación.
Se decía allí que los medios masivos de comunicación, en manos privadas, facilitan el consumismo al difundir su ideología, concretamente “la ideología de la clase dominante” que explota al consumidor haciéndole comprar lo que no necesita para satisfacer necesidades que les han creado.
Aquí es donde está la clave de todo: la visión amplia y grande que influye en nuestras opiniones.
En este caso, es la visión de la lucha de clases en una de sus versiones. Hay una clase, la dominante, que quiere libres mercados, que crea necesidades materiales, que controla los medios, que explota al consumidor.
Y, de acuerdo con esto, lo que se necesita para resolver el problema es retirar el poder a esa clase dominante. Así se acabarán los problemas.
Pero, ¿a quien dar ese poder de los dominadores? La respuesta es, a los gobernantes. Una contestación que es curiosa al menos.
Significa cambiar a una clase dominante por otra, con la esperanza (vana) de que la nueva clase dominante sea angelical. No tiene mucho sentido suponer que los nuevos dominadores estén libres de todo vicio y defecto.
Podría haber otra solución, más ingeniosa. Se basa en la desconcentración de poder. Se llama régimen de libertades y tiene manifestaciones que todos conocemos, como libertad de expresión, libertad de voto, libertad educativa y, por supuesto, libertad económica.
En fin, sólo quise examinar una opinión acerca del consumismo, un materialismo indeseable, lo que es válido. Pero una que propone remediar un mal con otro peor aún. La falla es común, sucede a todo remedio que busca al gobierno como la solución a todo mal que se padezca.

miércoles, 24 de agosto de 2016

EMDR y la pluma de Dumbo

Nota: véanse los comentarios para la actualización de este tema).
 
El protagonista de la película de 1941 Dumbo, el Elefante Volador es un pequeño y dulce elefante que nace con orejas gigantescas y es despreciado -hasta que descubre que, gracias a sus orejas, puede volar.
Bueno, no es exactamente así. Nosotros, los espectadores, sabemos que la fuente de su poder son sus orejas; pero Dumbo (cuya confianza en sí mismo es muy frágil; a fin de cuentas, todo el mundo se ríe de él) no se lo puede creer. Un bondadoso ratón, Timoteo, resuelve el conflicto dándole una “pluma mágica” y diciéndole: “mientras la tengas contigo, ¡podrás volar!”
Estoy seguro de que Timoteo, como el genial psicólogo que era (todos los ratones lo son; sólo pensemos en cuánto le enseñaron a B. F. Skinner y sus colegas), se sabía de cabo a rabo el concepto de “respuesta placebo“. Pues eso es la pluma: una “receta” que no tiene ninguna influencia sobre el problema pero que suscita una mejoría debido a que el paciente se fía de ella.
Placebo y responsabilidad
Podría parecer que el “efecto placebo” es indiscutiblemente benéfico. Pero el director de Dumbo (y la psicología) son conscientes de que tiene sus costos. Para empezar, el uso del placebo puede evitar que el paciente reciba un tratamiento verdaderamente eficaz.
Pero hay una implicación más onerosa -porque es más soterrada: el placebo reduce (o redistribuye) la responsabilidad de la persona sobre sí misma. Como Dumbo, quien usa placebos deposita en ellos un poder o capacidad que, en esencia, proviene de sí mismo. De ahí que, a corto plazo, el placebo funcione -y Dumbo pueda volar. Mas, cuando la pluma desaparece, la persona ha de enfrentarse nuevamente a su dolencia -y Dumbo a su creencia de que no sirve para nada.
Por eso es tan brillante el personaje de Dumbo: porque es un niño que consigue crecer plantando cara a su miedo más terrible -el miedo a “caer”, a no ser nadie, a no valer la pena. La escena en que descubre que no es la pluma sino él quien vuela es también el punto de inflexión de su vida. Segundos antes, era aún un niño -asustado, tímido, dependiente; ahora, es casi un adulto, plenamente consciente de sus poderes y limitaciones. Pues crecer implica, entre otras cosas, asumir progresivamente la responsabilidad sobre la propia vida en diversos ámbitos y ocasiones.
EMDR: la “penicilina” de la psicología
El título no es mío; proviene de esta página, que compara la invención de la Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) con el descubrimiento de la penicilina. Singular despropósito que traiciona la nula credibilidad de la información que allí encontramos. (Por desgracia, esta exageración casi megalómana no parece la excepción sino la regla, a juzgar por la cantidad de volantes, afiches y mensajes de propaganda de la EMDR que he podido ver).
La EMDR fue inventada (¿o descubierta?) por Francine Shapiro. Según la leyenda, Shapiro gustaba de pasear por el parque para dar vueltas a sus problemas. Un buen día, reparó en que, mientras lo hacía, miraba alternativamente a izquierda y derecha sin fijar su vista en nada en concreto; y que eso contribuía a calmar su ansiedad. Consciente de la singular importancia de esta aparente nadería, procedió a ponerla a prueba con sus pacientes: les hacía recordar o revivir escenas traumáticas mientras miraban su dedo, que movía rítmicamente de lado a lado. ¡Y los pacientes mejoraban! (O eso dice ella; la evidencia no es nada concluyente). La “explicación” de Shapiro fue que el movimiento ocular estimula alternativamente los dos lados del cerebro y que esto, a su vez, favorece el “reprocesamiento” de los “recuerdos traumáticos”.
Como suele ocurrir, Shapiro procedió a adquirir los derechos de la “tecnología de reprocesamiento” y a crear un sistema de enseñanza. Sólo quienes lo siguen están “autorizados” a practicar esta terapia (lo cual recuerda a la “imposición de manos” de la Iglesia Católica, al psicoanálisis ortodoxo y a la Cientología); y deben firmar un acuerdo en el que prometen no enseñar la técnica a otra persona por su propia cuenta. Todo lo cual va en contra del libre acceso a la información que es consustancial a la ética científica, pero permite generar un negocio rentabilísimo mediante “franquicias” de enseñanza (que, por su parte, proclaman la eficacia de la EMDR con bombo y platillo).
Los adeptos a la EMDR se la creen a pies juntillas; forman un grupo selecto y convencido de la eficacia de su terapia. Lo curioso es que los estudios controlados no han demostrado fehacientemente que la EMDR sea más eficaz que cualquier otra forma de terapia -o, de hecho, que la ausencia de cualquier terapia.
La “penicilina”, en disputa
No hay que sorprenderse; ciertamente, es sumamente difícil diseñar y poner en marcha un experimento para demostrar la eficacia de cualquier psicoterapia. Pero hay detalles que arrojan una duda razonable sobre las pretensiones casi megalómanas de algunos defensores de la EMDR.
En concreto, que la aplicación de la técnica a personas ciegas o sordas “demostró” que no hace falta el “movimiento ocular” para alcanzar los éxitos de la EMDR tradicional. Se pueden usar sonidos o toques en el cuerpo, siempre y cuando (se supone) alternen rítmicamente de lado a lado. De ahí que Shapiro la haya rebautizado de “Terapia de Reprocesamiento”.
En este punto, una de dos. O bien, en efecto, el movimiento ocular no es más que una instancia de un fenómeno más general, la activación rítmica de los dos hemisferios cerebrales, que también puede provocarse mediante otros “canales sensoriales” (y ésta es la explicación de Shapiro); o bien los toques, ruidos y dedos que se mueven son simplemente la Pluma de Dumbo.
¿”Reprocesamiento”?
No queda nada clara la manera en que “la activación rítmica de los dos hemisferios cerebrales” podría contribuir a “reprocesar” los recuerdos “traumáticos”. Para ser rigurosos, tampoco queda claro en qué consiste dicho “reprocesamiento”; y sobre la idea del “trauma”, tan querida por el psicoanálisis freudiano, la teoría cognitiva la ha desmentido exhaustivamente.
Para que una hipótesis como la del “reprocesamiento de los hemisferios” tenga sentido no basta con enunciarla; es fundamental inquirir en su mecanismo causal. La cháchara sobre “activación rítmica de los hemisferios” no basta; se necesita una hipótesis enunciada con suficiente precisión y rigor como para ser puesta a prueba mediante estudios del cerebro. (Aquí hay unas cuantas).
EMDR y exposición al estímuloMuchos críticos han señalado que la EMDR es muy parecida a una técnica tradicional de la terapia cognitivo-conductual: la exposición, que consiste en hacer que la persona afronte, imaginaria o realmente, las situaciones que le producen temor o ansiedad. “Se trata de la tradicional exposición más el movimiento de los dedos”, dicen.
Esta idea no parece muy correcta. La exposición precisa que la persona se mantenga imaginando ininterrumpidamente y sin distracciones la situación ansiógena por un buen rato (no menos de 25 minutos), para que su sistema nervioso “decondicione” la respuesta de ansiedad. La EMDR, por el contrario, requiere que la persona pase de imaginar o recordar la escena a prestar atención a los dedos, toques o ruidos y de nuevo a la escena, y así sucesivamente. Si el principio de la EMDR fuera la exposición, esta forma de actuar tendería a empeorar, y no mejorar, los síntomas. (Para una exposición de cómo se realiza la EMDR, véase aquí).
EMDR y “flujo de consciencia”
No. Si a algo se asemeja la EMDR, es a una “técnica” que Michael Mahoney bautizó de “flujo de consciencia” -pero que existe desde el amanecer del mundo con nombres como “meditación vipassana” o “contemplación”.
El término “vipassana” es singularmente exacto, pues significa “ver con claridad”, “ver las cosas como son en realidad” o “discernir y diferenciar”. “Flujo de consciencia” es el nombre que William James le dio al acto de, sencillamente, prestar atención irrestricta e ilimitada a la sucesión de experiencias (pensamientos, recuerdos, imágenes, sensaciones…) que acaecen en la mente en un momento dado, sin interrumpirlas ni reconducirlas. Por último, “fantaseo” es la variedad de flujo de consciencia que experimentamos día tras día mientras realizamos actividades mecánicas que no requieren nuestra total atención (conducir, cocinar, planchar, ver televisión, etc.); se caracteriza por no ser irrestricto -pero tampoco profundo.
Olvidado hasta hace no mucho, el “flujo de consciencia” ha vuelto por sus fueros a la psicología, la neurociencia y la ciencia cognitiva. Hay algunas razones; ante todo, que todo el mundo lo experimenta varias veces al día; que en el flujo de consciencia la “mente” se despega de la entrada sensorial para seguir sus propios patrones de asociación; y que la meditación vipassana (aquí llamada “mindfulness“) parece producir efectos benéficos -relajación, distanciamiento de los problemas, etc.
Dificultad y efectos del flujo de conscienciaCualquiera puede atestiguar que el “flujo de consciencia” puede ser peligroso y dar lugar a resultados inesperados y espectaculares. Basta con que lo intente. Tómese una media hora de tiempo libre, vaya a una habitación donde nada ni nadie lo distraiga, recuéstese o siéntese, cierre los ojos (si quiere) y deje su mente en libertad. Limítese a ver qué imágenes o ideas surgen en ella, hacia dónde conduce, sin interrumpirla ni desviarla. Verá lo difícil que es.
Estamos habituados a recorrer un camino bien delimitado y seguro cada vez que pensamos y a reaccionar con un firme “¡no!” cuando nuestra cabeza, ocasionalmente, nos lanza recuerdos o escenas incómodas (molestas, tristes, vergonzosas). “¡No! ¡Yo no puedo estar pensando eso! ¡Yo no soy así!” -suele ser nuestra respuesta automática. Inhibirla trae consigo un costo difícil de afrontar.
Porque sí, en efecto, sí que eres así; sí que piensas en violencia, sexo, muerte, en todo lo horrible y repugnante, en tus momentos más aciagos y terribles -aquellos que has tratado de olvidar o ignorar toda la vida. Cuando sueltas el timón de tu mente ésta se ve atraída casi inexorablemente por los remolinos -casi nunca por las zonas de calma.
Las reacciones inmediatas a este descubrimiento, a la consciencia inescapable de cómo es tu mente y de qué tiende a fanteasear, suelen ser poderosas y dramáticas. El estado de ánimo cambia de repente: ira, dolor, tristeza, ansiedad, asco, se suceden vertiginosamente sin solución de continuidad. Las personas tienen espasmos, se agitan o lloran, se levantan o cubren la cara con las manos. Pueden desmayarse, sudar, tener náusea, hiperventilar… Toda una plétora de eventos que, si la persona no ha sido advertida y el terapeuta no está preparado y no confía en su propia competencia, pueden volverse desastrosos.
La pluma de Dumbo
Esta última frase nos da la pista de lo que la EMDR hace -y una posible explicación de su éxito. El flujo de consciencia es medicina peligrosa pero potentísima; es lo más cercano que existe a la experiencia directa de nosotros mismos y genera cambios sumamente abstractos en la manera en que abordamos la vida. Es, pues, harto eficaz -una vez que se consigue trascender el inmenso dolor inicial. (El Libro Tibetano de los Muertos es, entre otras cosas, una crónica metafórica de este mismo proceso: cada vez que el “muerto” observa algo terrorífico, el libro le dice: “no temas, no huyas; recuerda que todo eso ha sido creado por tu mente, y conseguirás liberarte”).
La EMDR es flujo de consciencia más la pluma de Dumbo. Al ofrecer una conducta sencilla e intrascendente (ver los dedos moviéndose, escuchar ruidos a cada lado, etc.) y convertirla en el centro de la terapia, en el foco de la eficacia, terapeuta y paciente depositan la responsabilidad en un placebo -y se liberan de la ansiedad concomitante; lo cual los pone en la mejor posición para sumergirse en las procelosas aguas de la mente del último. El “principio activo” no son los dedos, los toques ni nada de eso; es la sencillez de ver cómo eres, del ceder el control de la consciencia. Pero los toques y los ruidos tranquilizan al paciente -y, sobre todo, al terapeuta.
(Es decir, una vez más, la técnica sirve para acallar el miedo).
La pluma de Dumbo, pues.

Sólo resta por saber cuánto tiempo tardará la psicología en constatar que es Dumbo, y no la pluma, quien consigue volar; y en devolverle la responsabilidad al terapeuta y a la persona -y quitársela a unos dedos oscilando en el aire, unos zumbidos a derecha e izquierda.