Un médico camerunés viendo el 'perfil' de un paciente.
Fundación Recover.
Noelia Suárez
Madrid
Actualizado martes 08/05/2012 11:19 horas
"En Camerún, solo hay un radiólogo por cada millón de habitantes. Las posibilidades de que pueda atenderte son menores que las de que te toque la lotería". Así define Macrina Camps, gerente de la Fundación Recover, la precaria situación sanitaria de este país africano.
Cuando la salud se convierte en un privilegio al que solo puede acceder una minoría, cualquier ayuda para la asistencia básica marca la diferencia. En Camerún, los médicos especialistas practicamente no existen. Por ello, algunos profesionales españoles 'prestan' sus conocimientos para poder diagnosticar enfermedades y salvar vidas.
La 'Fundación Recover, Hospitales para África' es conocedora de estas deficiencias médicas y desde 2006 trabaja para solventarlas. Cuenta con un grupo de profesionales preocupados por la masificación y corrupción que hay en muchos hospitales africanos.
Esta fundación apuesta por Internet para concienciar a la sociedad de las dificultades que tienen en otras partes del mundo para encontrar servicios de salud con ciertas garantías y a precio asequible. "Allí si no tienes para pagar, te mueres. Hay una 'desasistencia' total", añade Macrina.
Por ello, puso en marcha una plataforma que muestra cómo la tecnología puede jugar del lado de la salud para salvar vidas, gracias a iniciativas como la teleasistencia.
La Red que salva vidas
La 'Red Social Científica Medting' lleva tres años poniendo en contacto a hospitales de Camerún con más de un centenar de especialistas voluntarios españoles.
Los médicos africanos pueden colgar el historial del paciente en la Red para que los voluntarios españoles, en su tiempo libre y sin necesidad de tener que recopilar todos los datos, puedan verlos.
Así facilitan un diagnóstico rápido y sencillo para dar opiniones colegiadas sobre casos clínicos. "En apenas 15 minutos ya has podido diagnosticar porque lo tienes todo a mano", calcula Macrina.
Estas opiniones las comparten con sus colegas profesionales de los hospitales africanos. Concretamente, de tres pequeños centros hermanados situados en Camerún, con una capacidad de 60 camas.
Disponen, también, de una base de datos, asociada a cada perfil, donde las actualizaciones quedan recogidas en un único apartado.
El trabajo de esta pequeña asociación se financia mediante donaciones de particulares, por lo que los recortes de las inversiones públicas en cooperación no les ha afectado.
Macrina cuenta como, pese a no llegar al millón de euros para actuar, han podido especializarse en el sector sanitario y en las zonas sin conflicto de África.
Sin embargo, la falta de recursos no les ha permitido avanzar mucho tecnologicamente. Por ejemplo, las radiografías las cuelgan mediante fotos, al no poder digitalizarlas. "Pero hace poco pudimos comprar un escaner para uno de los hospitales". La calidad de la imagen es uno de los factores clave en los que trabajan, y donde han conseguido más progresos.
El voluntariado, aliado de la formación
El proyecto tiene la capacidad de conjugar la atención sanitaria, la formación y la investigación en una plataforma orientada a la mejora de la atención de los pacientes africanos con menores recursos económicos.
Muchos de los médicos voluntarios 'se enganchan' por solidaridad. Pero, también, toma importancia la curiosidad científica y el aprendizaje. "Los colaboradores pueden ver casos de cáncer avanzado, que en España ya habría pasado por quimioterapia en el primer estadio, o un sida que nunca se ha tratado", cuenta Macrina. "Trabajamos con muchos estudiantes de enfermedades tropicales porque quieren examinarlos", añade.
Esto hace que no sólo se formen los médicos africanos, que amplian sus conocimientos, sino que los especialistas españoles también aprenden con casos y afecciones que no pueden ver en España.
El intercambio de formación y conocimientos es uno de los pilares en los que se basa la fundación. Para ello, aparte de los voluntarios que viajan a áfrica, dan becas de estudios a médicos africanos para que mejoren su formación aquí.
La prevención también cuenta
Sin embargo, la organización no se queda ahí. Para ella, la prevención también es una pieza clave para ayudar en los países más desfavorecidos.
Sus recursos, aunque escasos, según reconoce la gerente, ayudan a la concienciación de la población para temas importantes como las vacunas o la higiene. Todas las personas que pasan por los hospitales hermanados, son informadas mediante charlas de sensibilización.
Macrina destaca el tema asociativo en las comunidades africanas, donde "es muy potente. Nosostros presionamos para que pongan agua potable o letrinas, pero ellos solos se asocian y crean grupos de trabajo para lograrlo".
En la zona próxima a los hospitales se ha creado riqueza a nivel comercial, ya que abren nuevos negocios, y han conseguido que llegue el agua potable.
Aunque la crisis económica amenaza a la solidaridad, la gerente confía en que "el compromiso sea fuerte". Es una garantía que, aunque los colaboradores cada vez trabajen "con más cosas en la cabeza", mantienen ese compromiso. Dedicar 15 minutos para poder salvar vidas, al fin y al cabo, no supone tanto para estos voluntarios.
"En África es importante empezar porque no existe la cobertura médica universal y gratuita, ni siquiera en casos de urgencia", concluye Macrina. Avanzar viene después, "las cosas que se cuidan, van creciendo".
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