La guardia civil, no disfrutaba aún después de la promulgación de nuestro vigente texto constitucional (1978) y hasta hace muy poco de garantías en el pleno disfrute de los derechos fundamentales. Derechos que los padres del texto constitucional declararon como inalienables a todo ser humano. Derechos reconocidos en las diferentes declaraciones y pactos sobre derechos humanos, civiles y políticos. El derecho asociativo es un derecho de la parte dogmática de nuestra constitución. Derechos garantizados a todos los ciudadanos españoles, protegidos por Ley Órganica, reclamable su violación, por vía de recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Lo más trágico fue cuando los guardias civiles comenzaron a reclamar estos derechos, pues descargaron sobre ellos ataques barbaros y usados únicamente en un estado de dictadura. Personajes antidemócratas, comenzaron una tremenda represión que no sólo perjudicó a estos profesionales, sino a toda su vida íntima y personal, llegando a perjudicar seriamente, inclusive, la integridad física y spíquica, de sus familias. Vid. "Operación Columna", en la época de la dirección de la Guardía Civil por el Sr. Roldán.
Fuente artículo: poejosman.blogspot.com
Artículo de mi amado compañero Lezcano.
Me gustaría dedicar mis palabras de una manera muy especial para aquellos guardias civiles que pertenecieron al Sindicato Clandestino de la Guardia Civil (SUGC). Los que no estuvieron allí, nunca podrán comprenderlo. Un saludo compañeros.
El pasado 17 de febrero de 2010, pude leer con profunda satisfacción y orgullo, una noticia del periódico “El país”, que decía lo siguiente:
El pasado 17 de febrero de 2010, pude leer con profunda satisfacción y orgullo, una noticia del periódico “El país”, que decía lo siguiente:
La democracia rehabilita con honores a los "valientes" militares de la UMD. El asunto podía haberse zanjado con una declaración institucional o una reparación simbólica, pero la ministra de Defensa, Carme Chacón, quiso condecorarlos con la Cruz del Mérito Militar, porque ésa "es la recompensa tangible que todo militar espera tras la declaración de unos méritos". Y esos méritos, a su juicio, son incuestionables: los antiguos miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), que se enfrentaron a la dictadura desde dentro del Ejército para impedir que ésta se perpetuara, eran unos "valientes que sabían muy bien a lo que se exponían y siguieron adelante".El precio que pagaron fue alto: la cárcel y la expulsión en unos casos, la discriminación profesional en otros y el ostracismo en todos. "Treinta y cinco años es un plazo muy largo para saldar una deuda, demasiado largo para aquellos que no pueden vivir en este momento", reconoció Chacón, tras recordar a su difunto compañero Juli Busquets, fundador de la UMD y diputado socialista. "Este acto llega con mucho retraso, pero no por ello era menos necesario", insistió."Creo que el principal logro de la UMD fue dar aliento a quienes luchaban por la democracia desde asociaciones políticas, hacerles saber que dentro de las Fuerzas Armadas también había gente en esa lucha", explicó el coronel Luis Otero. Pasó un año en prisión pero, aun así, sostiene que "valió la pena".Ayer le arroparon, entre otros, el presidente del Congreso, José Bono -que fue abogado de miembros de la UMD-, el magistrado del Supremo José Antonio Martín Pallín y diputados como Ciprià Ciscar y Gaspar Llamazares, además de los jefes de la cúpula militar, salvo el de Tierra, que excusó su ausencia.Nada más “llenarme de orgullo y satisfacción” (como dirían algunos) dicha lectura, me sumí en una profunda tristeza, al comprobar sin embargo como los guardias civiles no corrían la misma suerte.Como bien expresa una página de facebook, dedicada a la denominada “operación columna”, durante el mandato de Felipe González en el gobierno del PSOE, década de los 80 a 90, se produjo una feroz persecución contra todos aquellos guardias civiles, sospechosos de simpatizar y ser responsables del SINDICATO CLANDESTINO DE LA GUARDIA CIVIL (SUGC). Dichos guardias civiles, en plena era demócrata, sufrieron gravísimas consecuencias derivadas de su actividad pseudo-sindical. Muchos de ellos fueron expulsados después de sufrir condena, ser encerrados en prisiones militares, e incluso algunos fueron torturados y maltratados. Otros encerrados en hospitales psiquiatricos, y la mayoría de ellos fueron marcados en sus historiales profesionales, vetándoles en muchos casos para la práctica de sus actividades profesionales. Algunos aún siguen viviendo la marginación y el olvido de un Gobierno que ha sido capaz de elogiar la actividad asociativa de unos, mientras sanciona en plena era democrática a otros por realizar actividades sindicales, o incluso sigue marcando y lacerando sus actividades profesionales, sumiéndoles en diferentes tribunales médicos y psiquiátricos, que acaban en el retiro del Cuerpo en su gran mayoría, enmascarando en una enfermedad mental, el desarrollo y la defensa de los derechos de los guardias civiles, como pasaba en los años 90, en la época de Felipe González.Recientemente se llevó al Congreso de los Diputados, una proposición no de Ley, para que readmitiesen a los guardias civiles expulsados, sin embargo el proceso es lento y mientras tanto muchos guardias civiles que han desarrollado actividades asociativas de marcado carácter social y que han podido ser inconveniente para el Cuerpo, siguen padeciendo el acoso y la vulneración de sus derechos constitucionales, amparándose en una mal entendido y nefastamente interpretado carácter militar, encontrándonos con numerosos expedientes de retiro de agentes jóvenes con sobrada experiencia en el Cuerpo. Los cuales en su mayoría y de manera casual, se han visto involucrados de una manera u otra en la realización de actividades asociativas o sindicales. Desde luego y como se suele decir en ajedrez, a veces hay que sacrificar a un peón para matar a un Rey y no hay mejor manera que ir asesinando uno a uno a los peones que se dedican a realizar actividades reivindicativas, para cercenar de una vez por todas la cabeza del Rey. “El movimiento reivindicativo de la guardia civil”.Desde este humilde blog (como a mi me gusta decir), pero que me consta que leen personas muy ilustradas dentro del marco parlamentario y gubernamental, pido y exijo JUSTICIA. Simplemente la misma que se ha tenido con la UMD y dirijo mis palabras, no solo a la Ministra de defensa; sino también a la de Igualdad.
Excmas. Sras. Ministras con todo mi corazón les pido lo mismo sencillamente que ya han concedido a otros Cuerpos, que no es otra cosa que el de podernos sentir también ciudadanos con derechos.
Miguel Ángel Lezcano.
Miguel Ángel Lezcano.
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