Nos toco la lotería
Llega un marinero de una larga ausencia en la mar, y encuentra en su casa una cocina nueva.
Le pregunta a su esposa: - ¿Y esta cocina?.
Ella responde: Nos toco la lotería.
Al cabo de un tiempo regresa otra vez de la mar, y se encuentra a su mujer con un lujoso abrigo de vison, al preguntar de dónde habían salido, su señora vuelve a contestar:
- Nos volvió a tocar la lotería.
Por tercera vez, el marido llega de la mar, y se encuentra en su casa toda clase de nuevos electrodomésticos, pregunta de nuevo por la nueva adquisición y su mujer repite:
- Nos toco la lotería.
Por la tarde se van a la playa y ella le dice a él: Voy a darme un baño.
Él le contesta: -Pues ten cuidado, ¡no se te moje el boleto!.
Tírate por la ventana
Esta una mujer con su amante en la cama. Llega el marido por sorpresa. Ella le dice a su amante: - Tírate por la ventana.
- ¿Por la ventana? ¡Con el frío que hace y en pelotas!
- Tú verás, pero mi marido es boxeador y mete unas leches, además es un primero, ¡tírate hombre!. Responde la mujer.
El hombre se lanza, cae con fortuna, ve a dos hombres corriendo con su chandal de mañana y se une a ellos. Uno de los deportistas al verlo en pelotas, pregunta:
- ¿Y tú así desnudo?
El hombre contesta:
- No es que a mí me gusta correr así, cómodo sin vestiduras, curtiendo ni piel.
- ¡Ah! exclama el otro, - ¿y para qué el preservativo que llevas puesto?, le pregunta.
- El preservativo es por si llueve. Responde el que iba en pelotas.
La Renta del Albañil
Acude un hombre a la Administración de Hacienda para hacer su Declaración de la Renta. El funcionario que se la confecciona le cuestiona sobre sus propiedades.
Él comienza a explicar:
- Tengo una piso de 200 metros en el centro de la ciudad, un chalet en primera línea de la playa, principal, una casa en la montaña, un apartamento en Canarias...
El funcionario le pregunta:
- ¿Dónde trabaja usted?
- Soy albañil, le dice el hombre.
- ¡Y un cuerno! Le contesta el funcionario.
- No, ¡dos!, Contesta el hombre.
Llega un marinero de una larga ausencia en la mar, y encuentra en su casa una cocina nueva.
Le pregunta a su esposa: - ¿Y esta cocina?.
Ella responde: Nos toco la lotería.
Al cabo de un tiempo regresa otra vez de la mar, y se encuentra a su mujer con un lujoso abrigo de vison, al preguntar de dónde habían salido, su señora vuelve a contestar:
- Nos volvió a tocar la lotería.
Por tercera vez, el marido llega de la mar, y se encuentra en su casa toda clase de nuevos electrodomésticos, pregunta de nuevo por la nueva adquisición y su mujer repite:
- Nos toco la lotería.
Por la tarde se van a la playa y ella le dice a él: Voy a darme un baño.
Él le contesta: -Pues ten cuidado, ¡no se te moje el boleto!.
Tírate por la ventana
Esta una mujer con su amante en la cama. Llega el marido por sorpresa. Ella le dice a su amante: - Tírate por la ventana.
- ¿Por la ventana? ¡Con el frío que hace y en pelotas!
- Tú verás, pero mi marido es boxeador y mete unas leches, además es un primero, ¡tírate hombre!. Responde la mujer.
El hombre se lanza, cae con fortuna, ve a dos hombres corriendo con su chandal de mañana y se une a ellos. Uno de los deportistas al verlo en pelotas, pregunta:
- ¿Y tú así desnudo?
El hombre contesta:
- No es que a mí me gusta correr así, cómodo sin vestiduras, curtiendo ni piel.
- ¡Ah! exclama el otro, - ¿y para qué el preservativo que llevas puesto?, le pregunta.
- El preservativo es por si llueve. Responde el que iba en pelotas.
La Renta del Albañil
Acude un hombre a la Administración de Hacienda para hacer su Declaración de la Renta. El funcionario que se la confecciona le cuestiona sobre sus propiedades.
Él comienza a explicar:
- Tengo una piso de 200 metros en el centro de la ciudad, un chalet en primera línea de la playa, principal, una casa en la montaña, un apartamento en Canarias...
El funcionario le pregunta:
- ¿Dónde trabaja usted?
- Soy albañil, le dice el hombre.
- ¡Y un cuerno! Le contesta el funcionario.
- No, ¡dos!, Contesta el hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario