Manuel G. Pascual - 28/01/2012 - 07:00
El ordenamiento jurídico español conserva, en la especialidad laboral, términos muy sugerentes. Es el caso de las llamadas profesiones penosas o insalubres (minería, metalurgia, serrerías, etcétera): las que, debido a la peligrosidad que comportan y a sus elevados índices de siniestralidad, tienen una edad de jubilación anterior a la del resto de trabajadores. Son, sin duda, ocupaciones muy expuestas a lesiones, lo cual no quita que al otro lado del espectro, en el del trabajo aparentemente más inofensivo (el que transcurre en las oficinas), no haya riesgos para la salud.
Los hay. Y en los últimos años se han multiplicado. El motivo, el uso intensivo de toda clase de aparatos electrónicos. Las primeras señales se vieron hace unos 10 o 15 años, tras la irrupción masiva de los ordenadores personales. El uso del ratón sacó a la palestra el síndrome del túnel carpiano, recuerda el doctor Ángel Villamor, especialista en traumatología deportiva (pilotos y futbolistas, sobre todo) y que ha operado, entre otras personalidades, al Rey. "Es una lesión que antes se veía en personas mayores, especialmente en mujeres que empezaban a cambiar hormonalmente con la menopausia", apunta el también director del iQtra del Hospital USP San José. Ocurre como consecuencia del estrangulamiento del nervio mediano, que recoge la sensibilidad del dedo pulgar, el índice y el anular. Los síntomas: "Se empieza a notar dolor en la palma de la mano cuando se lleva mucho tiempo en el ordenador y, si persiste, se pueden tener dolores en la cama de madrugada", resalta.
Los ratones originales eran muy gruesos, así que bastó con hacerlos más finos para solucionar parte del problema. Aunque aún hoy, asegura Villamor, se operan muñecas por ese motivo. Otra dolencia derivada del uso del ratón es el codo de tenista. Técnicamente se producen "rasgamientos en los extensores de la muñeca", como consecuencia de mantener la posición sostenida de la muñeca levantada hacia arriba. Algo que no se ha conseguido corregir con los ratones más modernos.
Pero los nuevos tiempos traen consigo más complicaciones. Teclear en los smartphones, especialmente en los que no tienen teclado táctil, es también una fuente de problemas. A quienes abusan de dicho dispositivo "se les sobrecarga la articulación de la base del primer metacarpiano de las manos", indica Villamor. Es decir, la base del pulgar. Lo que algunos médicos están empezando a llamar pulgar de Blackberry. De prolongarse esta dolencia, se puede producir una artrosis (desgaste del cartílago), la conocida como rizartrosis, que en los libros de medicina se denominaba artrosis de las costureras, apunta Villamor. "Al principio se nota un dolor en el pulgar cuando se hacen grandes esfuerzos con las manos, pero si no se trata, puede acabar en molestias incluso al agarrar un vaso", dice el doctor.
Otra dolencia muy común, que se empezó a detectar con la generalización de los ordenadores y ha vuelto con fuerza tras la irrupción de los portátiles, son los daños cervicales. "Al poder trabajar en cualquier sitio, falla mucho la ergonomía", sostiene Alicia de la Cuerda, directora de prevención de riesgos laborales de HM Hospitales. "Hay más problemas en las cervicales porque la pantalla de los portátiles no está a la altura de los ojos, pero también tendinitis en dedos, muñecas y hombros por adoptar posiciones incorrectas", añade.
Las largas exposiciones a la pantalla del ordenador, elemento imprescindible en el día a día de millones de españoles, provoca lo que se denomina estrés visual. Se traduce en que los ojos se resecan mucho, para lo que se recomienda aplicarse lágrima artificial. "Es más frecuente para quienes necesitan graduación y no la usan, porque relaja los músculos del ojo y hace que trabajen menos de lo que debería", explica Nabil Ragai, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital USP San José. Si se trabaja muy cerca de la pantalla (se recomienda una separación mínima de 50 centímetros), se puede desarrollar vista cansada. Asimismo, la incidencia de la pantalla está detrás de muchos casos de blefaritis, una inflamación del párpado que se acentúa además por el estrés visual.
Según advierte el OSHA (Occupational Safety and Health Administration) de EE UU, el "síndrome ocular del ordenador" es un trastorno que está en rápido aumento. Contar con una luz adecuada en el puesto de trabajo, apartar la mirada de la pantalla cada poco tiempo y evitar el aire acondicionado, que contribuye a resecar los ojos, son medidas que ayudan a prevenir esta dolencia visual.
El estrés, igual a riesgo cardiovascular
Además de las dolencias propias de quien emplea intensivamente dispositivos electrónicos, los ejecutivos se ven sometidos a otra clase de problemas de los que a menudo se salvan gran parte de sus subordinados. "Normalmente se trata de personas de entre 45 y 65 años que se enfrentan a tareas de gran responsabilidad, tienen mucha carga de trabajo y una agenda llena", comenta el doctor Óscar Beloqui, director de la unidad de chequeos médicos de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN).
En la experiencia del doctor Beloqui, en cuya clínica pasan su revisión anual decenas de altos ejecutivos al año, los directivos responden a dos modelos. Los hay que se levantan a las seis de la mañana para correr, llevan una dieta equilibrada, no fuman y no abusan de la bebida. Y luego están los que entran en el caso contrario: no hacen ejercicio y cometen excesos con la comida y el alcohol. Estos últimos son los más propensos a sufrir problemas cardiovasculares. Según un estudio elaborado por la CUN, el 20% de los empleados chequeados por la institución tenía hipertensión arterial, y más del 30% presentaba alteraciones en los lípidos.
La incidencia entre los altos ejecutivos de problemas derivados del uso intensivo de aparatos electrónicos es, en su experiencia, muy anecdótica. Por una razón, "los presidentes de compañías pasan su tiempo reunidos, en comidas o cenas de trabajo o viajando. Pero no frente al ordenador, que es como se contraen tendinitis o problemas de espalda", asegura.
"El tiempo de un alto directivo es muy valioso, no pueden pasarse dos o tres días seguidos de baja porque se pierden negocios. Por eso es importante que se hagan chequeos médicos con mucha frecuencia", aconseja.
Las fuentes de las lesiones
'Smartphone'
Es ya una herramienta obligada para todo el mundo. Quienes pasan horas tecleando en el móvil pueden desarrollar sobrecargas en la base del dedo pulgar, que a su vez deriva en la denominada artrosis de las costureras, hoy más conocida como dedo de BlackBerry. Los expertos recomiendan poner el teléfono sobre la mesa para teclear, aunque sea más incómodo, y avisan de que las pantallas táctiles son algo menos nocivas por requerir menos esfuerzo. En cuanto a las radiaciones luminizantes, aún no hay estudios que concluyan que el uso de móviles pueda ser dañino.
Portátil
El uso del los ordenadores portátiles ha aumentado mucho en los últimos años. Al tener la pantalla más baja que los PC de mesa, obligan al usuario a adoptar una postura poco ergonómica, lo que redunda en problemas cervicales. Asimismo, la exposición continuada a las pantallas de ordenador (ya sean o no portátiles) son una importante fuente de estrés visual, que puede provocar pérdida de vista.
Ratón
Lleva 15 años entre nosotros, pero sigue siendo problemático. La adopción sostenida de una mala postura con la muñeca puede provocar el síndrome del túnel carpiano, que se manifiesta a través de fuertes dolores en la muñeca. El codo de tenista y las tendinitis son otras de las dolencias más comunes.
El ordenamiento jurídico español conserva, en la especialidad laboral, términos muy sugerentes. Es el caso de las llamadas profesiones penosas o insalubres (minería, metalurgia, serrerías, etcétera): las que, debido a la peligrosidad que comportan y a sus elevados índices de siniestralidad, tienen una edad de jubilación anterior a la del resto de trabajadores. Son, sin duda, ocupaciones muy expuestas a lesiones, lo cual no quita que al otro lado del espectro, en el del trabajo aparentemente más inofensivo (el que transcurre en las oficinas), no haya riesgos para la salud.
Los hay. Y en los últimos años se han multiplicado. El motivo, el uso intensivo de toda clase de aparatos electrónicos. Las primeras señales se vieron hace unos 10 o 15 años, tras la irrupción masiva de los ordenadores personales. El uso del ratón sacó a la palestra el síndrome del túnel carpiano, recuerda el doctor Ángel Villamor, especialista en traumatología deportiva (pilotos y futbolistas, sobre todo) y que ha operado, entre otras personalidades, al Rey. "Es una lesión que antes se veía en personas mayores, especialmente en mujeres que empezaban a cambiar hormonalmente con la menopausia", apunta el también director del iQtra del Hospital USP San José. Ocurre como consecuencia del estrangulamiento del nervio mediano, que recoge la sensibilidad del dedo pulgar, el índice y el anular. Los síntomas: "Se empieza a notar dolor en la palma de la mano cuando se lleva mucho tiempo en el ordenador y, si persiste, se pueden tener dolores en la cama de madrugada", resalta.
Los ratones originales eran muy gruesos, así que bastó con hacerlos más finos para solucionar parte del problema. Aunque aún hoy, asegura Villamor, se operan muñecas por ese motivo. Otra dolencia derivada del uso del ratón es el codo de tenista. Técnicamente se producen "rasgamientos en los extensores de la muñeca", como consecuencia de mantener la posición sostenida de la muñeca levantada hacia arriba. Algo que no se ha conseguido corregir con los ratones más modernos.
Pero los nuevos tiempos traen consigo más complicaciones. Teclear en los smartphones, especialmente en los que no tienen teclado táctil, es también una fuente de problemas. A quienes abusan de dicho dispositivo "se les sobrecarga la articulación de la base del primer metacarpiano de las manos", indica Villamor. Es decir, la base del pulgar. Lo que algunos médicos están empezando a llamar pulgar de Blackberry. De prolongarse esta dolencia, se puede producir una artrosis (desgaste del cartílago), la conocida como rizartrosis, que en los libros de medicina se denominaba artrosis de las costureras, apunta Villamor. "Al principio se nota un dolor en el pulgar cuando se hacen grandes esfuerzos con las manos, pero si no se trata, puede acabar en molestias incluso al agarrar un vaso", dice el doctor.
Otra dolencia muy común, que se empezó a detectar con la generalización de los ordenadores y ha vuelto con fuerza tras la irrupción de los portátiles, son los daños cervicales. "Al poder trabajar en cualquier sitio, falla mucho la ergonomía", sostiene Alicia de la Cuerda, directora de prevención de riesgos laborales de HM Hospitales. "Hay más problemas en las cervicales porque la pantalla de los portátiles no está a la altura de los ojos, pero también tendinitis en dedos, muñecas y hombros por adoptar posiciones incorrectas", añade.
Las largas exposiciones a la pantalla del ordenador, elemento imprescindible en el día a día de millones de españoles, provoca lo que se denomina estrés visual. Se traduce en que los ojos se resecan mucho, para lo que se recomienda aplicarse lágrima artificial. "Es más frecuente para quienes necesitan graduación y no la usan, porque relaja los músculos del ojo y hace que trabajen menos de lo que debería", explica Nabil Ragai, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital USP San José. Si se trabaja muy cerca de la pantalla (se recomienda una separación mínima de 50 centímetros), se puede desarrollar vista cansada. Asimismo, la incidencia de la pantalla está detrás de muchos casos de blefaritis, una inflamación del párpado que se acentúa además por el estrés visual.
Según advierte el OSHA (Occupational Safety and Health Administration) de EE UU, el "síndrome ocular del ordenador" es un trastorno que está en rápido aumento. Contar con una luz adecuada en el puesto de trabajo, apartar la mirada de la pantalla cada poco tiempo y evitar el aire acondicionado, que contribuye a resecar los ojos, son medidas que ayudan a prevenir esta dolencia visual.
El estrés, igual a riesgo cardiovascular
Además de las dolencias propias de quien emplea intensivamente dispositivos electrónicos, los ejecutivos se ven sometidos a otra clase de problemas de los que a menudo se salvan gran parte de sus subordinados. "Normalmente se trata de personas de entre 45 y 65 años que se enfrentan a tareas de gran responsabilidad, tienen mucha carga de trabajo y una agenda llena", comenta el doctor Óscar Beloqui, director de la unidad de chequeos médicos de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN).
En la experiencia del doctor Beloqui, en cuya clínica pasan su revisión anual decenas de altos ejecutivos al año, los directivos responden a dos modelos. Los hay que se levantan a las seis de la mañana para correr, llevan una dieta equilibrada, no fuman y no abusan de la bebida. Y luego están los que entran en el caso contrario: no hacen ejercicio y cometen excesos con la comida y el alcohol. Estos últimos son los más propensos a sufrir problemas cardiovasculares. Según un estudio elaborado por la CUN, el 20% de los empleados chequeados por la institución tenía hipertensión arterial, y más del 30% presentaba alteraciones en los lípidos.
La incidencia entre los altos ejecutivos de problemas derivados del uso intensivo de aparatos electrónicos es, en su experiencia, muy anecdótica. Por una razón, "los presidentes de compañías pasan su tiempo reunidos, en comidas o cenas de trabajo o viajando. Pero no frente al ordenador, que es como se contraen tendinitis o problemas de espalda", asegura.
"El tiempo de un alto directivo es muy valioso, no pueden pasarse dos o tres días seguidos de baja porque se pierden negocios. Por eso es importante que se hagan chequeos médicos con mucha frecuencia", aconseja.
Las fuentes de las lesiones
'Smartphone'
Es ya una herramienta obligada para todo el mundo. Quienes pasan horas tecleando en el móvil pueden desarrollar sobrecargas en la base del dedo pulgar, que a su vez deriva en la denominada artrosis de las costureras, hoy más conocida como dedo de BlackBerry. Los expertos recomiendan poner el teléfono sobre la mesa para teclear, aunque sea más incómodo, y avisan de que las pantallas táctiles son algo menos nocivas por requerir menos esfuerzo. En cuanto a las radiaciones luminizantes, aún no hay estudios que concluyan que el uso de móviles pueda ser dañino.
Portátil
El uso del los ordenadores portátiles ha aumentado mucho en los últimos años. Al tener la pantalla más baja que los PC de mesa, obligan al usuario a adoptar una postura poco ergonómica, lo que redunda en problemas cervicales. Asimismo, la exposición continuada a las pantallas de ordenador (ya sean o no portátiles) son una importante fuente de estrés visual, que puede provocar pérdida de vista.
Ratón
Lleva 15 años entre nosotros, pero sigue siendo problemático. La adopción sostenida de una mala postura con la muñeca puede provocar el síndrome del túnel carpiano, que se manifiesta a través de fuertes dolores en la muñeca. El codo de tenista y las tendinitis son otras de las dolencias más comunes.
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