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martes, 22 de marzo de 2011

Mario Puzo Un Don que rompió la Omertá

"... Usted no tiene el menor sentido de político. Escúcheme bien y no lo olvide: usted no puede enviar a seis supermillonarios a la cárcel. Eso no es posible en una democracia"
Mario Puzo
Fragmento de Omertá

Mario Puzo
Un Don que rompió la Omerta

Por Luis
Vito Corleone llegá a América en barco. La Estatua de la Libertad se asoma en el horizonte prometiendo el sueño americano. La mirada del niño italiano refleja inocencia, pero más allá de eso, un anhelo vehemente de transformar su vida.

La escena es un clásico del cine. La cinta El Padrino II. El autor, Mario Puzo. Y sin embargo muy pocos sabrían que este genio de las letras obtuvo este cuadro de un sentimiento muy personal. Puzo, el literato de la mafia era hijo de inmigrantes venidos de Italia. Mario nació en Hell's Kitchen, en la parte oeste de Manhattan el 15 de octubre de 1920. Sus padres no sabían un ápice de letras.

Prestó servicio militar en la Segunda Guerra Mundial y trabajó como ayudante de escritor pulp para una revista enfocada al público masculino. Adoraba jugar tenis (seguramente extrajo de allí la presencia de la seductora tenista en su novela Omerta). Le gustaba también apostar ocasionalmente en Las Vegas (recuerden el episodio de Moe Green en The Godfather y su novela The Last Don).

Cuando era joven leía cuanto libro se encontraba y pasaba largas horas en las bibliotecas. Sus estudios lo realizó en la New School for Social Research y la Columbia University. Después trabajó durante veinte años en las oficinas de gobierno de Nueva York realizando labor administrativa. En 1946 casóse con Erika Lina Broske, a quien conoció durante la guerra. Tuvieron tres hijos y dos niñas.

Puzo sentía las letras en su sangre como un monstruo que lo impelía a escribir. Su primer libro, Dark Arena lo realizó en 1955. El siguiente fue publicado en 1964, The Fortunate Pilgrim; ambos bien recibidos por la crítica pero con poco éxito comercial.

Decepcionado, Puzo se cuestionó sobre su vocación, pero se fijó una meta: Escribir un Best Seller. Así, a los 45 comenzó a trabajar en The Godfather; tenía deudas por más de $ 20,000 US, una esposa y cinco hijos para mantener. El Padrino resultó ser su obra cumbre. A lo largo de los años ha vendido más de 21 millones de copias.

De acuerdo al escritor, The Fortunate Pilgrim es su mejor libro, pero no tuvo éxito comercial; de modo que admite redireccionar su vida rumbo a los trabajos que le reportaran dinero. De ahí nacieron los guiones de muchas películas. "...Puedes sentarte a escribir novelas tardándote cuatro o cinco años y ganando poco dinero. O puedes hacerlo y escribir guiones de cine y en dos o tres meses ganar un montón de plata. Simplemente no puedes rehusarte..."

Como un dato impresionante les diremos que Puzo, pese a ser descendiente de italianos nunca tuvo contacto con el medio del crimen. De hecho, según sus propias palabras Don Corleone era un personaje que lo espantaba. Además de ello, su mafia, decía, era una versión romántica del mundo criminal real. "...Si hubiera estado en la mafia jamás habría tenido que escribir..."

Nada es para siempre y la esposa de Puzo cayó presa de una enfermedad terminal. Carol Gino fue su enfermera y más tarde también la de Puzo (quizás reflejó su presencia en el capítulo de The Last Don donde al lado de su enfermera, muere el magnate del cine, Eli Marrion); además de enfermera, Carol también se convirtió en su compañera y por caprichos del destino, fue ella quien terminó la última novela de Puzo, The Family, que narra la vida execrable de los Borgia; según Mario, la primera gran familia de la mafia.

Les parecerá increíble, pero a pesar de la enorme presencia del catolicismo en la obra de Puzo, el escritor según decía, no creía en Dios ni en los dogmas de la Iglesia, sólo en la bondad humana. En lo personal yo no le creo. No se puede escribir así, citando tantas veces la religión, sin tener platicas frecuentes con el Creador.

Pese a entender perfectamente la naturaleza del mal, Puzo decía que la justicia debía ser una constante en la sociedad, sin embargo estaba decepcionado de cómo se administraba en América, donde según él, la Ley protege más a los criminales con dinero que a la gente común.

Puzo dijo en alguna ocasión que su felicidad residía en una buena comida, practicar tenis, apostar jugando, mirar el techo de su casa por horas y escribir, escribir.

The Godfather, la obra máxima de este prolífico escritor, fue llevada al cine, prácticamente cuadro a cuadro. Ahí radica su grandeza. Y lejos de ser sólo un libro o una película bien logrados, The Godfather es para los hombres un compendio de sabiduría. Aquí algunas de sus máximas:

Un hombre que no sabe ser buen padre no es un auténtico hombre.

La amistad lo es todo. La amistad vale meas que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale tanto como la familia. Nunca lo olvides.

Nunca te enfades; no profieras amenaza alguna. Razona con la gente.

Los italianos dicen que la vida es tan dura que el hombre debe tener dos padres que velen por él; por eso todos tienen un padrino.

Todo hombre tiene derecho a cometer una locura en su vida.

Toma las riendas de tu propia vida; lo importante es saber lo que uno quiere.

Las mujeres y los niños pueden darse el lujo de ser descuidados; los hombres no.

Sólo alguien que conoce profundamente los laberintos del sentir humano puede escribir así. Unas más de otro de sus libros, The Last Don:

Todos los hombres son completamente responsables de sus actos, cualesquiera que sean las tensiones, el remordimiento o la dureza de las circunstancias.

El principal deber de un hombre es ganarse la vida.

Amar al padre, a la madre o a la hermana, pero cuidarse siempre de amar a una mujer que no sea la esposa. La esposa es la mujer que da a luz a los hijos de uno. En cuanto ocurre tal cosa, uno tiene que entregarse en cuerpo y alma a ganar para ellos el pan de cada día.

Una maravillosa respecto al cine vs. los libros:
Lo que no puede hacer la cámara es introducirse en la mente de los personajes, no puede reproducir el proceso de pensamiento y la complejidad de la vida.

Mario Puzo es el único sobreviviente acusado de romper la Omerta (pacto siciliano sagrado de silencio). Puzo fue el único testigo que señaló a la mafia, al gobierno, a los hombres, a la sociedad y hasta a Dios. Puzo no murió comiendo pasta baleado en un pequeño restaurante, tampoco lo hizo cercano a una naranja (lait motif maravilloso de su trilogía). No, Puzo no fue acallado por las balas. El incansable escritor ganador de dos Oscares era perseguido por la diabetes y había sufrido una cirugía de corazón en 1992. La parca lo tomó el 2 de Julio de 1999. Le sobreviven Carol y sus cinco hijos.

Para aquellos que no se hayan dejado seducir por estas obras les tengo que recomendar principalmente The Godfather y después cualquiera de ellas. Podrán no gustarnos algunas de sus partes ( a mí me crean problema algunos desenlaces y la crudeza brutal de The Family ); pero indudablemente Puzo se erigió a base de letras un altar en el mundo de la novela criminal, comparable, en su género al que ostentan Agatha Christie, Alfred Hitchcock, Tom Clancy y Stephen King.

Puzo escribió alguna ocasión "...Los escritores no son los libros. Sus libros son la destilación de lo mejor que hay en ellos..."

Al leerla supe, que el gran maestro de la Cosa Nostra nos dió el mejor legado que un hombre puede dejar al mundo: Su talento.

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