El peruano Mario Vargas Llosa, dijo el miércoles que el galardón ha revolucionado su vida de tal manera que sus horarios han volado por los aires y le ha hecho perder su plácida rutina de escritor.
"Estoy muy contento con haber recibido el premio, pero siento un desequilibrio con el que no me siento cómodo. No es el estilo de vida que me gusta tener", dijo Vargas Llosa en Madrid, en una multitudinaria rueda de prensa con motivo del lanzamiento de su nueva novela.
"Mis aspiraciones literarias eran más ambiciosas: escribir buenas historias", dijo, refiriéndose a la capacidad de escribir el tipo de libros que le cambian y le acompañan a uno en la vida.
Esa ambición es la que le ha guiado en "El sueño del celta", basada en la historia real de un diplomático británico del siglo XIX, Robert Casement, que fue de los primeros europeos en denunciar los abusos de la colonización primero en el Congo y después en la selva amazónica.
El protagonista es una suerte de héroe, un visionario y un luchador social cuyos informes sobre la barbarie y de los "civilizados" colonizadores en África y América ayudaron a la creación de las primeras campañas de concienciación anticolonialistas en el continente europeo.
"La Europa de la civilidad, de la libertad, de las buenas maneras se convirtió allí (en el Congo y Amazonia) en un mundo sin ley, guiado por la codicia, en un contexto de absoluta impunidad y (los europeos) se convirtieron en monstruos", dijo el académico de la lengua española sobre uno de los grandes temas del libro, en el que también se habla de los nacionalismos, el idealismo y la maldad.
La novela, que sale al mercado hispano con una tirada inicial de 500.000 ejemplares, también atrapó al escritor por lo controvertido del personaje, un hombre de múltiples lados que en los últimos días de su vida terminó despreciado por muchos compatriotas tras airearse unas supuestas aventuras sexuales escabrosas.
"Por un parte héroe, con un coraje fuera de lo común, y de otro un ser humano falible, con debilidades e incongruencias", dijo Vargas Llosa sobre el protagonista de su historia, en la que ha querido reflejar que una persona puede ser un héroe en un determinado campo y en los otros ser un humano común y corriente.
"Estoy muy contento con haber recibido el premio, pero siento un desequilibrio con el que no me siento cómodo. No es el estilo de vida que me gusta tener", dijo Vargas Llosa en Madrid, en una multitudinaria rueda de prensa con motivo del lanzamiento de su nueva novela.
"Mis aspiraciones literarias eran más ambiciosas: escribir buenas historias", dijo, refiriéndose a la capacidad de escribir el tipo de libros que le cambian y le acompañan a uno en la vida.
Esa ambición es la que le ha guiado en "El sueño del celta", basada en la historia real de un diplomático británico del siglo XIX, Robert Casement, que fue de los primeros europeos en denunciar los abusos de la colonización primero en el Congo y después en la selva amazónica.
El protagonista es una suerte de héroe, un visionario y un luchador social cuyos informes sobre la barbarie y de los "civilizados" colonizadores en África y América ayudaron a la creación de las primeras campañas de concienciación anticolonialistas en el continente europeo.
"La Europa de la civilidad, de la libertad, de las buenas maneras se convirtió allí (en el Congo y Amazonia) en un mundo sin ley, guiado por la codicia, en un contexto de absoluta impunidad y (los europeos) se convirtieron en monstruos", dijo el académico de la lengua española sobre uno de los grandes temas del libro, en el que también se habla de los nacionalismos, el idealismo y la maldad.
La novela, que sale al mercado hispano con una tirada inicial de 500.000 ejemplares, también atrapó al escritor por lo controvertido del personaje, un hombre de múltiples lados que en los últimos días de su vida terminó despreciado por muchos compatriotas tras airearse unas supuestas aventuras sexuales escabrosas.
"Por un parte héroe, con un coraje fuera de lo común, y de otro un ser humano falible, con debilidades e incongruencias", dijo Vargas Llosa sobre el protagonista de su historia, en la que ha querido reflejar que una persona puede ser un héroe en un determinado campo y en los otros ser un humano común y corriente.
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