PAUSA
PARA EL BOCADILLO: HAY QUE ACUDIR A LA VÍA DE LA MODIFICACIÓN SUSTANCIAL PARA
DEJAR DE ABONARLA
(publicado
por Carta de Personal)
Día 02-06-2014
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Si la
empresa, aunque no
esté obligada a ello por convenio o por pacto con los
trabajadores, ha venido considerando como tiempo efectivo de trabajo la pausa
para el bocadillo, no puede decidir unilateralmente que ese tiempo deberá ser
recuperado por los trabajadores. Se trata de una modificación sustancial
de las condiciones de trabajo, al haberse convertido en un derecho adquirido,
que sólo puede llevarse a cabo a través del procedimiento establecido en el
art. 41 del Estatuto de los Trabajadores (sent. de la Audiencia Nacional de
5.05.14).
El sindicato
mayoritario de una empresa de ingeniería interpuso una demanda de conflicto
colectivo ante la Audiencia Nacional para que se declarase nula la decisión de
la empresa de dejar de considerar como tiempo de trabajo efectivo el tiempo
destinado a la pausa para el bocadillo (de 15 ó 20 minutos dependiendo del
centro de trabajo).
El convenio
colectivo de la compañía no establecía nada sobre la pausa para el bocadillo
(con la única excepción de uno de los centros). La empresa había venido
considerando ese tiempo como de trabajo efectivo en todos los centros, pero
aprovechando la instalación de tornos para controlar las entradas y salidas
decidió unilateralmente obligar a los trabajadores a recuperar ese tiempo
(salvo en el centro en el que estaba obligada a concederlo). Para ello, envió
una circular en la que se especificaba expresamente que el descanso conocido
como “tiempo del
bocadillo o café” no computaría como tiempo de trabajo
efectivo en ningún caso y que ese tiempo debería ser recuperado por los
trabajadores.
La Audiencia Nacional falla a favor del sindicato y declara nula la medida impuesta por la empresa. En su sentencia, deja claro que la empresa no puede decidir unilateralmente cambiar su postura y obligar a los trabajadores a recuperar el tiempo destinado a la pausa para el bocadillo. Y esto es así porque “se trata de una mejora o condición más beneficiosa, ya que ha quedado acreditado que en los centros de trabajo, los trabajadores, durante años y con conocimiento de la empresa, disfrutaban del descanso, sin que recuperasen tales periodos”. Además, razona la Audiencia, la empresa no había dejado claro en ningún momento que se tratara de una concesión de carácter graciable. Por tanto, se ha creado una situación de tolerancia por parte de la empresa que lleva a que su decisión unilateral de suprimirla “constituye una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, ya que se aumenta unilateralmente la jornada (por el tiempo que los trabajadores tienen que recuperar)”. Y por tanto, para poder llevarla a cabo, la empresa debió haber recurrido al procedimiento establecido en el artículo 41 del ET, que exige una negociación con los representantes de los trabajadores. Y al no haberlo hecho así, la medida debe ser declarada nula.
Una valiosa lección para su empresa:
¿En su empresa su convenio no le obliga a retribuir la pausa para el
bocadillo pero aún así lo está haciendo? O lo que es más: ¿ni siquiera está
obligado a conceder pausas para el café –por ejemplo a media mañana- y aún
así las concede… y las retribuye? Si ésa es la política que considera
conveniente en su empresa, debe tener la precaución de reservarse el derecho
a revocarla cuando así lo considere necesario (y que no le ocurra como a la
empresa de la sentencia, que cuando ha querido dar marcha atrás se ha
encontrado con que lo que empezó como un “favor” se había convertido en un
derecho para los trabajadores). Para ello simplemente necesita incorporar a
los contratos una cláusula reservándose el derecho a suprimir la pausa para el
bocadillo (o dejar de retribuirla).
anpat
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La autopsia Psicológica.
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