Aquí dejo las palabras del gran autor gallego:
Al cabo de unos meses don Ramón y Unamuno se encuentran en la calle. Pasean juntos un rato y, de pronto, la charla recae sobre la figura de Rubén. «Con este hombre -dice don Miguel- me ha ocurrido una cosa notable y desconcertante.» Y Unamuno refiere, punto por punto, la historia de los artículos y la carta que Valle-Inclán ha vivido muy directamente. Y en ese instante, don Ramón se exalta, engalla la voz, extrema el gesto y suelta esta magnífica tirada: «El suceso, amigo don Miguel, no tiene nada de notable y mucho menos de desconcertante. Es, sencillamente, el resultado del enfrentamiento de dos sujetos diferentes y opuestos. Es una realidad natural. Ustedes no han nacido para entenderse, porque Rubén y usted son antípodas. Verá usted: Rubén tiene todos los defectos de la carne: es glotón, bebedor, es mujeriego, es holgazán, etc. Pero posee, en cambio, todas las virtudes del espíritu: es bueno, es generoso, es sencillo, es humilde, etc. En cambio, usted almacena todas las virtudes de la carne: es usted frugal, abstemio, casto e infatigable. Y tiene usted todos los vicios del espíritu: es usted soberbio, ególatra, avaro, rencoroso, etc. Por eso, cuando Rubén se muera y se le pudra la carne que es lo que tiene malo, le quedará el espíritu, que es lo que tiene bueno, ¡y se salvará! Pero a usted, cuando se muera y se le pudra la carne, que es lo que tiene bueno, le quedará el espíritu, que es lo que tiene malo, ¡y se condenará!». Aquí don Ramón hacía una pausa, se mesaba lentamente las barbas y, en un tono confidencial, como quien comunica un grave secreto, concluía: «Desde entonces, Unamuno anda muy preocupado»
La autopsia Psicológica.
Hace 2 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario